María Muñoz
De padres nacidos en Chera (Guadalajara) y Panticosa (Pirineo aragonés) crece en Valencia donde estudia música y practica el atletismo de competición. Allí se inicia también en la danza y, posteriormente, viaja a Ámsterdam y a Barcelona para ampliar su formación. Tiene su primera experiencia profesional con la compañía japonesa residente en Holanda Shusaku & Dormu Dance Theater en el espectáculo Era en 1982. En 1985, la formación junto a Maria Antònia Oliver del grupo La Dux marca el inicio de su propia trayectoria en la creación escénica. En el año 1988 colabora con Pep Ramis en la creación del solo Cuarto trastero y en 1989 forman el grupo Mal Pelo en el que ambos comparten desde entonces la creación y la dirección. Dentro del grupo desarrolla una faceta de investigadora y pedagoga del movimiento. También edita y estimula la creación de textos para la escena. Actualmente es coreógrafa, bailarina y codirectora del centro de creación L’animal a l’esquena en Celrà, Girona.
Desde 1989 Mal Pelo ha presentado, entre otros, los espectáculos Quarere (1989), Sur, Perros del Sur (1992), Dol (1994), La calle del imaginero (1996), Orache (1998), El alma del bicho (1999), L’animal a l’esquena (2001), Atrás los ojos (2002), An el silenci(2003), BACH (2004), ATLAS (2005), Testimoni de llops (2006), He visto caballos(2008), Todos los nombres (2010), Caín & Caín (2011), La esperanza de vida de una liebre (2013), El Quinto Invierno (2015), 7 Lunas (2015) , The Mountain, the Truth and the Paradise (2017), On Goldberg Variations / Variations (2019) y Inventions (2020)
En 2001 Pep Ramis y María Muñoz impulsan L’animal a l’esquena, un centro de creación e intercambio multidisciplinar en una masía de 19 hectáreas situada a Celrà (Girona). Un refugio que fomenta la experimentación y el intercambio de ideas y experiencias entre directores de escena, músicos, videoartistas, teóricos y bailarines que participan en residencias, talleres y laboratorios.
Reconocimientos
Mal Pelo ha recibido, entre otros, el Premi Nacional de Dansa ( 2002, Generalitat de Catalunya); Premio Nacional de Danza (2009, INAEM – Ministerio de Cultura) en reconocimiento a su trayectoria en la creación coreográfica, así como la apertura de nuevos caminos en la danza contemporánea; Premio Ciutat de Barcelona (2017, Ajuntament de Barcelona); Premio de la Crítica (2018, Asociación de críticos de Barcelona).
PRÁCTICA: Laboratorio con María Muñoz
Las manos y los tiempos.
Los procesos relativamente inconscientes del pensamiento tienen gran importancia en la escritura del movimiento en el espacio, en la escritura coreográfica, en la composición instantánea. En cualquier disciplina artística, hacer un proceso de creación supone situarse delante de algo que nos es aparentemente desconocido. En nuestra práctica, el cuerpo es nuestra herramienta. Estructura, produce y contiene un conocimiento intuitivo que permite que hagamos asociaciones y empiece el movimiento.
Tomamos conciencia de lo que nos rodea a través de nuestros sentidos y a menudo nuestra primera conexión son nuestras manos, nuestras herramientas más inteligentes y con más experiencia en las diferentes situaciones de la vida. Las manos contienen nuestra memoria y nuestro conocimiento más esencial.
Al movemos, son nuestras ayudantes de confianza, pero también pueden invertir el proceso al buscar su propio camino de investigación. Entonces, las manos hablan de nuestro cerebro, y nuestros ojos y los demás miembros del cuerpo se coordinan y mueven en colaboración con ellas. Cuando cogemos una herramienta, la mano se convierte en esa herramienta. De la misma manera, cuando al movernos las manos “cogen” el espacio, nuestro cuerpo pasa a formar parte de ese espacio.
Este laboratorio está planteado como un espacio de encuentro e intercambio, de práctica y de reflexión en torno a estas ideas que han acompañado mi práctica de danza durante muchos años.
Las manos son un organismo complicado, un delta en el que confluye mucha vida que viene de lejos para desembocar en la gran corriente de la acción. Rainer Maria Rilke